Utensilios necesarios para el teñido:

• Ollas grandes (todo depende de la cantidad de material a teñir), las mejores son las enlozadas o acero inoxidable ya que el cobre o aluminio pueden alterar el tono en el proceso.
• Recipientes como fontones o baldes para el remojado y luego el enjuage.
• Jarro para diluir los mordientes
• Cuchara de madera y comunes 
• Balanza 
• Cocina o calentador
• Colador o tamizador
• Bidones para guardar la tintura sobrante

Ingredientes básicos
Material tintóreo: cáscara de cebollas, hojas y frutos del nogal, romero, yerba mate, sauco, calafate, menta alemana o boldo, troncos, eucalipto, cochinilla, palo de piche "Fabiana Imbricata" entre otros productos de la tierra. 

Mordientes: elementos básicos para la impregnación del color en el tejido.
Estos mordientes son solo para tejidos de origen animal, para las fibras vegetales (algodón, lino, bambú, etc) se utilizan otros con mayor PH alcalino.

Los que usaremos para las lanas tienen un PH ácido. Los hay de origen vegetal como el vinagre, el limón y el cremor tártaro. O de origen mineral como piedra alumbre o la sal.

Agua: en este punto, tanto el agua potable por su contenido de cloro,  como la de perforación puede influir en la tonalidad como en la fijación de los colores. Se sugiere el agua de lluvia preferentemente.

Modificador del color: Bicarbonato de Sodio
Opcional: Clavos oxidados, el residuo ferroso que se suma al teñido también modificará las tonalidades.

Por cualquier duda que tengas, me encantaría ayudarte. Escribíme a consulta@dulcebeso.com.ar

Antes de comenzar cualquier proceso es recomendable lavar la lana o tela con un poco de jabón para quitar cualquier resto de grasa o lanolina que pudiera quedarle y enjuagarla muy bien ya que el jabón también puede actuar de modificador de color.

Primer paso: preparación del color

• 300 gramos de material tintóreo fresco ó
• 250 gramos de material tintóreo seco
• 4 litros de agua

Hervir el material seco o fresco durante al menos 5' , o hasta ver que el agua ha tomado tonalidad. Esto ahora es tintura. Reservar.

Segundo paso: la tintura

Mojar la madeja previamente con la temperatura que tenga en ese momento el tinte.
En un recipiente aparte con agua caliente, colocar el alumbre en polvo y el cremor tártaro. Mezclar muy bien, hasta que todo quede diluido. Agregar a la tintura y volver a mezclar con cuchara de madera preferentemente. Se puede agregar también vinagre en el tinte y también después en el último enjuague para fijar aún más el color.

• 20 gramos de alumbre en polvo
• 6 gramos de cremor tártaro
• 1 cucharada de vinagre opcional (también usado en el enjuague)

Otras proporciones de mordientes (fijaciones del color)

• 200 gramos de sal para 5 litros de agua
• 200 cm³ de jugo de limón para 5 litros de agua (se pueden incorporar también las cáscaras)
• 200 cm³ de vinagre para 5 litros de agua. 

Hervir durante una hora

En la olla se juntan el tinte más el mordiente a utilizar ya disueltos en agua caliente  y la lana previamente remojada en agua, si se trabaja en frío se remoja en agua fría, si se trabaja con el tinte en caliente el remojado de la lana debe ser en caliente. Esto es importante para que al verter la fibra al agua con el tinte hirviendo, el cambio de temperatura no estropee la misma. Evitará que se apelmace.

Hervir 1 hora con la olla tapada siempre para evitar la evaporación, revolver cada tanto con cuchara de madera, dejar enfriar y enjuagar. El enjuague también debe hacerse por pasos y el agua debe estar caliente en el primer enjuague, tibia en el segundo y fría ya terminando el enjuague.
Tender a la sombra, secar bien antes de ovillar.
Para secado más rápido, no usar lavarropas. Sí es recomendable el centrifugado en un secarropas.

*En la foto, madejas teñidas con cáscara de cebolla y frutos de arce.


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Cochinillas Carmín - Insecto: Parásitos originarios de los países de Bolivia, Perú su mayor exportador y cultivador, México también, entre otros lugares donde se desarrolla la Tuna y de la cual este insecto se alimenta. 

Se seca y se comercializa al mundo. Muy demandada por las cosméticas, industrias textilles y de alimentos ya que es un tinte 100 % natural y no tóxico. Por ende es un producto caro. En nuestro país no es fácil su adquisición.

Para lograr diferentes tonos en una misma teñida, se pueden variar los mordientes. Dividiendo el líquido y hacer unos litros con limón, otro con vinagre, otro con alumbre y cremor tártaro... o bien mezclarlo con tintes hechos de otros vegetales.
Lo importante es probar y lograr nuevas tonalidades.